Soupe a l'onion... avec rat

¿Cómo lo hacen? Díganme uds. cómo hace Pixar para superarse continuamente, para sorprenderme cada vez con un producto mejor que el anterior…

Los dos Toy’s Stories y Bichos me parecían la maravilla de la animación 3D, y llegó Monsters para demostrarme cuán equivocado estaba. Ya creía que la textura del pelo de Sullivan era lo más más de lo muy muy y ¡zas! Estos tipos se mandan un impresionante mundo submarino en Buscando a Nemo. Y los diálogos de Doris insuperables, ¿no? ¡pues no! se estrena Los Increíbles para hacerme desternillar de risa con Edna Mode, y después… hummm bueno, reconozco que Cars ha sido lo más flojito de la Pixar. Y ahora, finalmente, llega Ratatouille, para, una vez más, hacerme abrir los ojos como naranjas y caer la boca como si fuera el lobo de la Warner, al admirar el realista efecto del pelo mojado de una rata. Señor Lasseter… me saco el sombrero.

Sin ánimo de spoilear, la peli trata de las peripecias de una rata sibarita, cansada de robar y comer basura, cuyo sentido del olfato y lo artístico la convierte en un chef de primera. Sólo la Pixar podía hacer querible una rata, ¡una rata! que no es lo mismo que un ratón, porque cualquiera puede amar a Jerry, Mickey, Pixie&Dixie o hasta incluso a Daly.

La historia sigue el patrón del género, básicamente una buddy movie con algo de romance, y un malo muy malo y algún otro malo no tan malo, pero que la fórmula haya sido usada hasta el hartazgo no significa necesariamente que el producto obtenido sea previsible o carezca de originalidad. No se trata sólo de la fórmula, sino de cómo usa… es como una buena receta, nunca mejor dicho.

Más allá de la trama Pixar nos demuestra que es capaz de mejorar continuamente los efectos del 3D, manteniendo el concepto de animación, ya que los personajes, tanto humanos como animales, son dibujos que no pretenden parecer reales.

Finalmente tres cositas:

Primera, si Ud. conoce París se va a poner nostálgico, y si no lo conoce, va a querer subirse al primer avión disponible para cenar junto a la torre Eiffel.

Segunda, vaya ud. con el estómago lleno o llévese al cine algo de comer (algo que no haga ruido, ¡por favor!), porque le va a entrar un hambre… y si no, vaya, vaya sin cenar, y después me cuenta.

Y tercera, el corto previo, Lifted, como siempre delicioso, un caprichito al que la Pixar ya nos está malacostumbrando.

Conclusión:
Me gustó, me gustó, me gustó … tiene un 9