domingo, 18 de noviembre de 2007

Un leopardo fumando en bata de boatiné

Tras un día de aeropuertos y una noche de merecido descanso, amanezco en São Paulo. Los próximos diez días los pasaré dando vueltas por Brasil. No, no se apuren a envidiarme y/o putearme, es por trabajo.
El jueves fue un día patrio feriado en Brasil por lo que el viernes hicieron puente generando un fin de semana de cuatro días. Apreciado cómo está el real viajaron en masa a Argentina y hoy domingo estarán regresando a sus hogares. El resultado es que no conseguí vuelo para hoy y tuve que viajar ayer. Tooodo el domingo colgado en San Pablo que es una ciudad que no me gusta, o sea que no pienso salir del hotel. Como el lunes de madrugada me voy para Vitoria me buscaron un hotel en el barrio de Moema, cerca del aeropuerto doméstico, Congonhas.
El hotel está lindo, y tengo internés en la habitación de ahí este post paulista. En la terraza del edificio hay una piscinita, a la que subí por la mañana. No había nadie por lo que la tenía para mí solito, lo cual agradezco profundamente habida cuenta de mi misantropía galopante.
A pesar de que el agua estaba fría decidí nadar un par de largos. Nunca me pude resistir a una pileta. Tiene su gracia estar dentro de la pileta viendo despegar un avión cada dos minutos.
Bué, a lo que íbamos, el caso es que además de viajar el sábado, la combinación de vuelos era una mierda. Siete horas de espera en el aeropuerto de Santiago de Chile. Siete horas dan para comer, leer, trabajar un poco con la notebook, hacer crucigramas, caminar arriba y abajo, mirar a la gente... dos cosas me parecieron materia de post, a saber:
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1. La cárcel.
Recuerdo de mi época de fumador (pronto va a hacer un año que lo dejé, y habrá post conmemorativo) que el aeropuerto de Santiago era de mis preferidos por sus muchas zonas de fumadores. Parece que el aeropuerto dejó de fumar a la vez que yo... ya no existen. En su lugar, en uno de los extremos de la zona internacional hay un cerramiento de vidrio en los que los fumadores se encierran para ahumar a consciencia los pulmones. El cuartucho parece una cabina de teletransporte (próximo destino, cancerville) todo vidrio y acero inoxidable, extractores futuristas, asientos de cuerina azul, y pobres fumadores con cara de acorralados, que ni se miran entre ellos. El ex-fumador que hay en mi se sintió, por un lado, indignado por lo denigrante de la situación, y por el otro aliviado por haberme librado de todo eso.
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2. Animal print de boatiné.
Estaba sentado junto a mi puerta de embarque, cuando una brasilera de cincuentaymuchos se sentó frente a mi. Rodolfo hubiera vomitado ipso facto. La señora lucía, nada más y nada menos, que una campera de boatiné (que me recordaba las batas rosadas y celestes que utilizaba mi abuela la mala) ¡¡con un estampado de leopardo!!. parecía sacada de la colección de Sylvia Fine. Lo completaba con unos anteojos tipo Nana Mouskouri de color morado y una cartera plateada. Parafraseando a María Barranco en Mujeres al borde .... "comentábamos el modelito de la señora, e' horroroso".
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Eso es todo por hoy, en directo, desde San Pablo, Fodor Lobson.

14 comentarios:

Subjuntivo dijo...

Ahora vuelvo, voy a averiguar qué es boatiné.


S.

Anónimo dijo...

En este post confluyen sus tres personalidades, ¡oh, sí! Las 3 están en San Pablo, no hay vuelta que darle.
Le agradeceré a Subjuntivo (o a alguien) que me diga qué es “boatiné” pa' tener al menos una ínfima representación mental de algo grotesco que por ahora no puedo imaginar.
Y como yo también quiero dejar de fumar, le consulto, amigo: ¿El librito y la fuerza de voluntad alcanzaron o hizo falta algo más?
Saludos y aproveche para practicar algo de portugués.

Fodor Lobson dijo...

Subjuntivo,
dice el diccionario que el boatiné es un tejido acolchado relleno de guato. Para hacerlo más claro es "el acolchado" típico que uno pone en la cama; con el mismo tejido se hacen (o se hacían hace 20 años) batas para señoras con ruleros.
vea en este link, el niño lleva una bata de boatiné azul (celeste diría algún desubicado)

http://www.teacuerdas.com/nostalgia-cartel214.htm

Caro Carpe,
obrigado pelo seu comentario. Efetivamente os treis estamos no Brasil. Amanha cedo vamos pra Espirito Santo, a Vitoria, onde ficaremos até sexta. Voltamos para São Paulo e na próssima segunda viajamos a Brasilia. Na terça voltamos à Argentina.
Para dejar de fumar sólo me hizo falta el libro de Carr. No es necesario una gran fuerza de voluntad. De hecho lo bueno del sistema es que no se basa en hacer sacrificios. Si le interesa le puedo mandar el libro en pdf.

gerund dijo...

Espero no sufran mucho por allá. Y que la vuelta sea mejor. Y, si no, que los llene de postales como estas para compartir.

y no, no tengo un día muy comentatorio...

pero les dejamos besis

Desdichada dijo...

aunque por trabajo, envidiable, hasta por trabajo. souvenir: unos anteojos como los de la señora, por favor

Naty dijo...

El viaje que está haciendo es uno de los pocos que no envidio. Y eso que mi envidia empieza en Ezeiza y no termina hasta que no temrina el viaje en cuestión...

Bon voyage!

Psicodélica star dijo...

Estoy como desdichada, envidiándolo sanamente (aunque sea por trabajo).

Siempre fantaseo con conseguir algún trabajo que me haga viajar mucho, por todos lados.

Saludos y disfrute

Fodor Lobson dijo...

Gerund,
besis recibidos STOP comentario verificado, aprobado y aceptado STOP Seguimos en contacto STOP
;)

desdichada... wow toda una declaración de estado du nick...
anteojos Nana? really? bueno de todo hay. Créame, que los viajes de trabajo cansan hasta el hartazgo. Hoy me tuve que levantar a las 04:30. Llegué a Vitoria a las 08:00 y he estado trabajando desde entonces hasta ahora 20:00... ¿todavía me envidía? küsse

Naty,
conste que a mi Brasil de vacaciones me encanta, pero por trabajo naa de naa

Srta. Star,
vale lo respondido a Desdi y Naty.
Le añado pa'usté, que hace ¡quince! años que viajo por trabajo (nooo, no me pongan años de más, que yo empecé a laburar con sólo 22), y llega un momento que uno se cansa de aeropuertos, hoteles, aviones, reuniones, y demás.

Subjuntivo dijo...

Fodor, querido, uno se cansa de todo después de quince años, pero vale más que sean aeropuertos y aeromozas, y no las cuatro paredes de la oficina y la vieja máquina de café.


Salut!
S.

Naty dijo...

Ah, sabelotodo, coincido con usted, para vacacionar es uno de los mejores lugares...

Para laburar, prefiero Alaska antes que Brasil...

Vontrier dijo...

Ah! es nuestro famoso Matelasé. (así lo escribía mi abuela y dado que era la más sabia de la familia, no vengan a contradecirmela, estamos?)

Cartera plateada. Qué topetitud.

Fodor Lobson dijo...

Le conceda esa, don S
pero y el placer de dormir en cama propia ¿eh?

Naty,
claaaro. veo que leyó mi último comentario sabelotodista en su blog, jejejeje. ¿Alaska? ¿el oro del Yukon?

Vontrier
Matelasé... ¡mencantó!
topetitud... ¡double-mencantó!
no, jamás de los jamases osaría yo contradecir una abuela...

iaiune dijo...

Una vez esperé nueve horas ahí. El asunto es que no tenía en qué dar. Como la semana entrante pasaría mi hermana por el mismo lugar, para evitarle la molestia de que tenga que cambiar dinero por moneda chilena si quería hacer alguna compra (el mínimo de cambio era excesivo), me tomé la molestia de buscar un lugar en la sala dónde esconderlas. El asunto es que disimuladamente, envueltas en papel metálico de una etiqueta de cigarrillos, y tras sortear las filmadoras justo en el punto en que no se cruzaban, logré esconderlas debajo de un teléfono público. Créame que es muy difícil encontrar un lugar donde esconder algo en un aeropuerto. Después de ello, le escribí un e-mail diciendo en qué teléfono y qué puerta de embarque hallaría el dinero, y fue así como lo encontró. Disculpe por explayarme tanto en el comentario, pero es la experiencia más Mac-guiverezca que he tenido.
Saludos.

Fodor Lobson dijo...

Pero estimada Iaiune,
esa anécdota además de macguiveresca es delicious. Mire ud. si la llegan a descubrir en la operación... capaz que creían que estaba ud. colocando una bomba, un explosivo... chan!
nota mental: próxima vez en santigao, revisar teléfonos en busca de monedas jejeje