lunes, 6 de octubre de 2008

Tres por nueve, veintisiete

por Fodor Lobson

Ignacio aprieta los dientes y mira con fingida concentración el bolsillo de su mochila. Parece que se ha roto o se está descosiendo, no importa, al menos le sirve como excusa para disimular y aguantar las lágrimas. Tres por nueve son veintisiete, maldita estúpida, veintisiete.

Sabe lo que va a pasar. Pero todavía no, aún le quedan un par de minutos de angustia anticipada por la humillación que se viene. Todavía puede pasar desapercibido entre los gritos y las risas, las disputas, las negociaciones y finalmente los acuerdos, el arrastre de sillas y el silencio que poco a poco se irá imponiendo, excepto por las risitas de los ya se dieron cuenta de que él está en medio, sólo, mirando concentrado en el bolsillo roto de su mochila. Cuatro por siete veintiocho, maldita estúpida. Veintiocho es múltiplo de cuatro y no de tres.

Y ella se levantará, mirará alrededor y lo llamará – Ignacio - dirá –Ignacio, te quedaste solo. Bueno, sentate con Pablo, Marta y Carlos.

Y Pablo, Marta y Carlos resoplarán y lo mirarán feo y no le dirigirán la palabra durante todo el trabajo de grupo.

Elisa vuelve a su lugar, en lugar de sentarse en la silla, se sube a la mesa, de cara a sus veintiocho alumnos, y cruza las piernas. Se acomoda las pantimedias. Qué lindas piernas le hacen esas medias. Le costaron caras, pero valió la pena. Nacho siempre le decía que tenía lindas piernas. Largas como un día sin pan, le decía, mientras las recorría con su mano desde la pantorrilla hasta la cara interior de los muslos. Parece que no le gustaban tanto como las desproporcionadas tetas de su vecina, piensa con rabia notando como se le sube la sangre a la cara. Busca con la mirada al grupo disparejo, una lágrima resbala por la mejilla de Ignacio. Sonríe, cambia de posición las piernas y se empieza a alisar la otra media.

12 comentarios:

Carpe diem dijo...

Probablemente sea mi cansancio acumulado, pero hay algo en el último párrafo que me hace ruido y no sé bien qué.
En fin, sabrá disculpar entonces que sólo haga referencia a la primera parte. Nunca falta el profesor vagoneta que no se lleva bien con los cálculos y para quien los grupos deben ser de a 3 y que los pendejos se arreglen. Media pila, loco, miren cómo lo hacen sufrir al pobre Nachito, snif.
Donde se sienten mucho esas desproporciones y elecciones de integrantes de un grupo es en los deportes... Discriminación o conveniencia?
Cacho de tema (y estilo) se eligió, Don Fodor.
Mis saludos

Fodor Lobson dijo...

Bueno, lo invito a descansar y leer de nuevo el último párrafo para aclarar ese ruido (jejejeje)
Nota: Hay dos Ignacios.

gerund dijo...

lo de los dos ignacios es clave (y cambia tanto todo...)

Subjuntivo dijo...

Creí que no lo había entendido, y lo había entendido de primera mano, qué bueno.

Aunque hay que ser jodido para repetir los nombres, eh?


S.

Naty dijo...

Pero con un único Ignacio, se arma un despelote divino!!

Fodor Lobson dijo...

Gerund,
sí, is true. Yp sabía que ud. lo pillaría. Cuando se menciona el segundo Ignacio, Nacho, estuve a punto de hacer una aclaración (algo así como "Nacho - no éste, el otro Ignacio - siempre decía ..." ) pero me pareció que era mejor no darlo todo taaan masticado (el estilo Tinelli, que te cuenta hasta los chistes, no me va).

Don Subjo,
Vamos, no se me haga el modesto, que usté tiene una mente tan retorcida (o más) que la mpia y por eso lo pilla todo a la primera.
Lo de repetir el nombre es una pieza clave, Elisa no encontraría el mismo placer en joder simplemente al más débil, la gracia está en que se llame Ignacio.

Naty,
Y sí, pero en mi mente se trata de una clase de primaria, con lo que más que despelote, lo que se arma rondaría la pedofilia!!!

Naty dijo...

Buuueno... se trata de acomadar ciertos detalles... bien puede ser un niño de 9no del Polimodal.

Fodor Lobson dijo...

Dele, le concedo esa Naty... Alumnito de noveno pa'usté!!

gerund dijo...

Fod: igual le tengo que decir que a mí me gustaba lo de la duda entre uno o dos Ignacios. No al punto de que fueran el mismo, pero sí por el toque de lo desconogudo, como una especia de ambigüedad entre lo que sostiene naty, la lectura con dos Ignacios, y una tercera, más fantástica, en la que el Ignacio en falta termina siendo sancionado debido a las leyes de la dimensión desconocida... (ya sé es un análisis ridículo y far-fetched, que obviamente sólo puedo hacer por el exceso de cosas de ese estilo que tengo acdentro. pero igua me gusta y me la banco.) (y quien haya visto más de un capítulo de ladimesión desconoguda, entenderá mi análisis)

Fodor Lobson dijo...

Claro, mi darlinguísma!!!!

usté sí me entiende. La idea es no ser taaan obvio, dá lugar para varias interpretaciones.

;)

donnie dijo...

¿Puedo, puedo?

Bellísimo.

He dicho.

Fodor Lobson dijo...

:)
Donnie, más vale tarde que nunca!!!

malegro que laya gustao.