lunes, 19 de julio de 2010

Kit Kato Club

por Fodor Lobson


¿Se acuerdan de la gata que encontramos abandonada hace algo más de tres años? (si alguien no lo recuerda o no se pasaba por estos pagos en ese momento, con un solo click se puede poner al día).

Bueno, para empezar, al cabo de un par de semanas descubrimos que la gata era gato. En un rapto de originalidad fue bautizado (en un sentido alegórico, ni a los gatos les gusta el agua, ni a mí, la liturgia católica) como Kato.

Kato se convirtió en la mascota de la oficina. Durante el día recorre el edificio, dormita en el regazo de todo aquel que se lo permita, reclama atención, cariños y mimos varios, estropea alguna que otra prenda de vestir con sus uñas y lo llena todo y a todos de pelo. Por la noche se queda solo y hace sus gaterías. Gaterías domésticas, no se crean porque el minino es bastante torpe y boludón y no le da para alejarse de la casa.

Y como todos los que estamos en esta empresa, con el tiempo y el morfi constante, Kato ha subido unos cuantos quilitos y ostenta la zapán característica de estos lares. Tanto creció que hoy en día sería imposible que dormitara sobre mi notebook en busca de calor (la aplastaría), por lo que en estos días de frío frío, Kato ha optado por un aparatejo también calentito pero mucho mayor: la fotocopiadora antediluviana que todavía se usa en recepción.


11 comentarios:

Puercoespín dijo...

Genial Kato y su costumbre. Pensé que lo habían puesto para la foto.

Fodor Lobson dijo...

No, no, Pinchos, Kato ni posa ni obedece a nadie, él siempre hace lo que le viene en real gana

Puercoespín dijo...

Dan ganas de ser Kato entonces.

Kaitos dijo...

Kato! Un genio.

En casa supo haber una coneja (de esas muy simpáticas, blanca y negra, enana con orejas largas) que tenía también costumbres raras.

Se había criado con una perra; por ende aprendió a gruñir, a morder las zapatillas y otras actividades que uno cree que son de exclusividad canina.

También aprendió a meterse en el lavarropas (de carga horizontal) actividad bastante arriesgada y peligrosa.

Pero lamentablemente siempre zafaba. Sólo entraba cuando estaba mi ropa, la mordía, la meaba y se escapaba antes del portazo.

AEZ dijo...

Está claro que en esa empresa no labura ningún rosarino.













(Perdón, no me pude contener.)

Fodor Lobson dijo...

Pinchos,
dan ganas, sí

Kaitos,
la imagen de la coneja en el lavarropas... un flash

Abelez,
uuh, me perdí... no entendí la relación gato - Rosario. Sépame disculpar, ¿será porque soy extranjero o porque soy lento, nomás? No, mejor no conteste
=P

Subjuntivo dijo...

http://www.lmgtfy.com/?q=comen+gatos+en+rosario

Fodor Lobson dijo...

thnx Subjo

menos mal que el lmgtfy ayuda a que los vagos como uno sobrevivan en este mundo

kato dijo...

me sentí identificado.

no solo por el apodo, sino xq además hasta hace dos semanas trabajé de hacer clipping... durante todo un año todos los días hice cientos de fotocopias entre las 5 y las 8 de la matina

Fodor Lobson dijo...

Qué casualidad, Kato, lo de las fotocopias, digo, lo del nombre, me imagino que no, que no son ustedes dos los únicos. =P

Bienvenido, by the way.

Subjuntivo dijo...

Ja, no es divina esa mierda?