jueves, 13 de enero de 2011

Hay que dejar de poner la palabra Milagro en los titulares al menos por dos años




Sí, ya sé que hace apenas una semana estuve rompiendo las bolas contra la Religión y todo eso, pero che, dejemos de una vez por todas de agradecerle in-merecidamente al sádico psicópata ese al que algunos llaman Dios y demos le el mérito a quien verdaderamente corresponde, padres, héroes, gobiernos, descubrimientos científicos, etc etc etc.

6 comentarios:

Subjuntivo dijo...

in-merecida?
demos le?

*/ingrese aquí chiste del tipo Es un milagro que.../*

Un día la religión va a ser chistosa, obsoleta, algo que va a dar verguenza.
Pero nosotros no vamos a verlo.
(bah, desde el cielo, capaz...)

S.

Fodor Lobson dijo...

O_o últimamente escribo cualquiera, y ni me voy a molestar en corregir, de vago que soy.

Cualquier cosa que suceda con la religión en un futuro, si yo lo llego a ver, no será desde el cielo sino desde un lugar más caluroso
=P

Puercoespín dijo...

Estoy muy muy muy de acuerdo con este post.

Fodor Lobson dijo...

¡Milagro!

=P

Carpe diem dijo...

Entiendo, mas levanto el baluarte de la etimología y así me libero de toda interferencia religiosa y puedo aún saborear la palabra “milagro” sin mayor comezón. Miraculum viene del verbo mirari y significa “asombrarse de”, “contemplar con admiración o estupefacción”, tiene la idea de quedarse boquiabierto ante algo/alguien y no más que eso. Los amigos latinos lo aplicaban a los fenómenos naturales principalmente, después se extendió por las ramas místicas.
Lo que nunca me gustó demasiado, debo decir, es el nombre “Milagros” y su respectivo “Mili”, no sé, me dan cosa.

Fodor Lobson dijo...

mmmm no sé si me convence. La etimología es como la fuerza en Star Wars, puede ser usada para el bien, o para el mal. O nadie se acuerda del debate cuando la ley del matrimonio igualitario.
=P