El neurocirujano y la embarazada viajera
por Fodor Lobson
Las primeras veces que uno viaja en avión suele elegir, por aquello de la novedad, un asiento de ventana para disfrutar de la vista. Excepto para aquellos que tienen miedo a volar, claro.
.
Con el tiempo, y si uno viaja a menudo, como es mi caso, se cambian las preferencias hacia los asientos de pasillo, ya que aunque no haya vistas, se pueden estirar las piernas durante el trayecto, la salida hacia el baño no requiere de pedir permiso y movilizar a toda la fila, y tras aterrizar se consigue salir antes del avión.
Pero sea cual sea tu filiación: viajero novel o veterano, el asiento que uno nunca elegiría es el de centro, que tiene todos los inconvenientes de los anteriores y ninguna de las ventajas. Un garrón, vaya.
.
¿Mi asiento en el vuelo de regreso desde Lima a Santiago? 1-B. Sí, un asiento de centro. Todavía no llamo a la agencia de viajes para agradecerles su enésima metida de pata… pero esa es otra historia (y me la guardo para otro post, no vayan a creer).
.
Sentadito en mi butaca de centro, llega el suertudo que tiene el 1-C, un cincuentón largo como día sin pan. Me mira, me saluda, se sienta. Yo me parapeto en mi libro para evitar cualquier tipo de conversación (soy un encanto, lo sé).
.
Llega 1-A, una peruana en sus veintilargos, bastante embarazada y con cara de perrito apaleado. Todavía en el pasillo, lo mira al largo, duda, y finalmente se anima:
.
- Señor, usted no tendría inconveniente en cambiarme el asiento, porque estoy embarazada y tengo que ir al baño seguido, y mi doctor me dijo que no me aguantara …
.
Sonamos, pienso yo, otra que va con la excusa de la preñez por delante, como si fuera minusválida… El largo contesta con un acento cordobés que tira de espaldas
.
- Y lamentablemente no, fíjese – y señala sus propias piernas – que mido metro noventaidos y si no es en asiento de pasillo, no tengo donde meter las piernas. Pero no se preocupe usted – sigue el largo ahora con tonito de suficiencia- que yo soy médico y si le pasa algo, la ayudo…
.
Salimos de Guatemala para caer en Guatepeor, me digo a mi mismo conmigo, una con portación de panza y el otro tarado con portación de título…
.
La chica se sienta con cara de resignación y el doto’ no sé si por culpa, o por hacerse el cancherito, le pregunta:
.
- ¿De cuánto está?
- Cinco meses y medio. Vengo desde Cuzco y después de Santiago voy a Bueno Aires – la chola parece que arrancó nomás a contar su vida – y nunca he ido, y yo le pregunté a mi doctor si podía viajar, y me dijo que sí, pero que no me contuviera las ganas de orinar, porque eso es malo para el bebé, y yo con el embarazo tengo muchas ganas de orinar – demasiada información, demasiada información, levanto las cejas, apoyo el libro sobre mis ojos y pienso “no me puedo creer que estos dos vayan a ponerse a hablar conmigo en medio” - y yo le hago caso, pero igual estoy muy nerviosa, porque es un vuelo muy largo y ¿usted cree que es malo para mi bebé?
- Y eso se lo tendrá que decir su obstetra, yo soy neurocirujano.
.
Lo cual demuestra lo equivocado que puede estar uno. Cuando yo ya creía que no se podía ser más patético, va el tipo y me demuestra lo contrario. Porque claro, no era suficiente con aclarar que uno no es un médico comunardo, sino cirujano. Noooooo. ¡¡¡Neurocirujano!!! Lo más más de lo muy muy.
.
¡Imbécil!
.
Con el tiempo, y si uno viaja a menudo, como es mi caso, se cambian las preferencias hacia los asientos de pasillo, ya que aunque no haya vistas, se pueden estirar las piernas durante el trayecto, la salida hacia el baño no requiere de pedir permiso y movilizar a toda la fila, y tras aterrizar se consigue salir antes del avión.
Pero sea cual sea tu filiación: viajero novel o veterano, el asiento que uno nunca elegiría es el de centro, que tiene todos los inconvenientes de los anteriores y ninguna de las ventajas. Un garrón, vaya.
.
¿Mi asiento en el vuelo de regreso desde Lima a Santiago? 1-B. Sí, un asiento de centro. Todavía no llamo a la agencia de viajes para agradecerles su enésima metida de pata… pero esa es otra historia (y me la guardo para otro post, no vayan a creer).
.
Sentadito en mi butaca de centro, llega el suertudo que tiene el 1-C, un cincuentón largo como día sin pan. Me mira, me saluda, se sienta. Yo me parapeto en mi libro para evitar cualquier tipo de conversación (soy un encanto, lo sé).
.
Llega 1-A, una peruana en sus veintilargos, bastante embarazada y con cara de perrito apaleado. Todavía en el pasillo, lo mira al largo, duda, y finalmente se anima:
.
- Señor, usted no tendría inconveniente en cambiarme el asiento, porque estoy embarazada y tengo que ir al baño seguido, y mi doctor me dijo que no me aguantara …
.
Sonamos, pienso yo, otra que va con la excusa de la preñez por delante, como si fuera minusválida… El largo contesta con un acento cordobés que tira de espaldas
.
- Y lamentablemente no, fíjese – y señala sus propias piernas – que mido metro noventaidos y si no es en asiento de pasillo, no tengo donde meter las piernas. Pero no se preocupe usted – sigue el largo ahora con tonito de suficiencia- que yo soy médico y si le pasa algo, la ayudo…
.
Salimos de Guatemala para caer en Guatepeor, me digo a mi mismo conmigo, una con portación de panza y el otro tarado con portación de título…
.
La chica se sienta con cara de resignación y el doto’ no sé si por culpa, o por hacerse el cancherito, le pregunta:
.
- ¿De cuánto está?
- Cinco meses y medio. Vengo desde Cuzco y después de Santiago voy a Bueno Aires – la chola parece que arrancó nomás a contar su vida – y nunca he ido, y yo le pregunté a mi doctor si podía viajar, y me dijo que sí, pero que no me contuviera las ganas de orinar, porque eso es malo para el bebé, y yo con el embarazo tengo muchas ganas de orinar – demasiada información, demasiada información, levanto las cejas, apoyo el libro sobre mis ojos y pienso “no me puedo creer que estos dos vayan a ponerse a hablar conmigo en medio” - y yo le hago caso, pero igual estoy muy nerviosa, porque es un vuelo muy largo y ¿usted cree que es malo para mi bebé?
- Y eso se lo tendrá que decir su obstetra, yo soy neurocirujano.
.
Lo cual demuestra lo equivocado que puede estar uno. Cuando yo ya creía que no se podía ser más patético, va el tipo y me demuestra lo contrario. Porque claro, no era suficiente con aclarar que uno no es un médico comunardo, sino cirujano. Noooooo. ¡¡¡Neurocirujano!!! Lo más más de lo muy muy.
.
¡Imbécil!
22 comentarios:
Pero si usted ES un encanto!
[Puta madre, esto es lo que pasa con el piojo resucitado de clase media: de golpe ve unos morlacos, empieza a viajar, y ..zás! se pone quisquilloso..!]
Pero vamos, hombre, que Ud. sí es un encanto, qué va!!
Ahí nomás le tenía que decir a la doña: "Vea, por qué no se pone Ud. aquí en medio, se pega linda charla con el galeno, y de paso que queda más cerca del urinario, yo puedo pegarme a la ventana y soñar con tirarme?" y santo remedio!
S.
PD: hubiera hecho como la señora: y de ahí a BA!
Fender,
aha! hummm gracias hummmm ¿será sarcasmo lo de que soy un encanto?
Subjo,
idem que con don Fender....
No crea que no lo pensé, pero no quise correr el riesgo de que fuera interpretado como una invitación a tener una charla tripartita.
Pobre don Fod!
Dígame que al menos fue un viaje corto.
Igual, prefiero esa tortura suya antes que la que suelo sufrir: pendejos en distintos estadios de niñez-adolescencia pateándome el asiento, sacándose fotos para sus flogs y/o hablando a los gritos.
Ahhh, el placer de viajar.
PD: un boludo con título, el dotor.
(Pero si Fod no es doct...)
Ahhhh!!
EL DOCTOR!
¿Y no podían por lo menos hablar con Rodolfo? Porque muchas embarazadas necesitan de sus consejos (eso de andar mostrando la panza, por más que el de la peruana no sea el caso, necesita imperiosamente consejo).
Cass,
y... tres horas y media duraba el viajecito. Suficiente como para que el Neurocirujano se bajara dos cervezas y la chola fuera tres veces al baño... Y sí, coincido con usted que los adolescentes y preadolescentes son lo más insoportable.
Fender,
Yo también lo quiero a usted
Mondo,
Le retransmití su consulta a Rodolfo... dice que las embarazadas mostrando panza (sean de la nacionalidad que sean) son un horror, y que toma nota de su sugerencia para preparar algún día un Post de BIG MUSN'T de la moda preñaticia.
Jajajajajajajaja!!!! me encantó su experiencia, hasta me lo imaginé en el medio ( claro que me lo imaginé con algo en la cara para bucear como estaba en una foto que subió hace un tiempo).
Mmmm... calzamiento de auriculares, subimiento al máximo de volumen y gritamiento y traduccionamiento de alguna canción más o menos escandalosa... no sé, ponele "Beautiful people" de la Marilyn Manson
Ipso pucho: callamiento y desmayamiento de embarazada y neurocirujano de 3 horas de duración.
(Pido perdón por la forma de escritura... ahora mismo me voy a autolatiguear un rato. Hoy no es mi día, no no)
Uru,
y bien que hace imaginándome así, yo siempre viajo con la máscara y el snorkel puestos ... (cuack)
Naty,
la gente bonita, la gente bonita, aaaaah
;)
Me desmayo ya mismo!
(No por embarazada, no. Por neuroci... nada, de ganas, numá. Cuac)
menos mal que resulto ser neurocirujano, porque le habia advertido a la chola: si le pasaba algo el la ayudaba... ya sabemos lo grave y frecuente que son las lesiones en el cerebro por aguantarse las ganas de orinar en los aviones
graves y frecuentes
Naty,
tranquila si se desmaya, yo soy ingeniero y la ayudo
(recuack)
Didí,
jajaja
no, ahora en serio, cuánto conocimiento atesora usted
Tarde mi comentario, venía a decir lo mismo que Subjun en el segundo. Supongo que cambiarle el asiento a la embarazada no hubiera solucionado el problema, pero lo reducía.
slds
A
Ella está justificada, al menos por su 'temor' (infundado, pero quién puede fundar los miedos, después de todo).
Él es un pelotudo ASÍ de grande. Un imbécil con todas las letras. Un tarado brutal, de los que van a un restaurante y dicen "tengo una reserva... está a nombre del DR. Piripipí". Tremendos hijos de puta que piensan que un título de prefijo los pone, como el título mismo, delante de los demás. Triste y desesperado.
Me gustó mucho, eso sí, el 'bastante embarazada'. Je.
Recuerdo haber viajado a Portugal con un gordo ruidoso que se obstinaba en hablarme en portugués (idioma que detesto, dicho sea de paso), como si su alma solitaria pudiera ser compensada con la obesa interrupción de mi silencio plácido, quieto, tan mío.
Los aviones deberían tener una fila de asientos individuales, como los colectivos.
Perdón por el chat, Fod! Pero Donnie, viajar a Portugal detestando el portugués es muy suyo de usté, debo decir.
Ajenjo,
y viejo, se espabila usté a ver si la próxima vez le gana de mano a don Subjo.
Donnie,
siiiiiii, los que van con el doctor, ingeniero o licenciado por delante dan muuuuuucho asquete.
Lo de la fila de asientos individuales existe en los aviones pequeños, com o los que tiene la compañía Sol.
Fender,
no pida perdón estimado, en realidad su acoitación es bien cierta, viajar a portugal odiando el portugués es si más no, singular.
¡Era un destino de escala, so estúpidos!
:)
Ese es el problema con la juventú, Don Fodor, les ha sido negado el don de mirarse los zapatos para ver si no están hollando su propio cantero: "portugués" remite inmediatamente a "Portugal", que fue lo que interpretamos nosotros, pachorrientos advertidores de lo obvio, como buenos ancianos que somos.
¿"Acoitación" viene a ser una acotación de carácter sexual?
Corrasé, haga el favor, que tengo que ir al baño.
Donnie,
uuuuuhhhh, perdón perdón no se sulfure don donnie (sorry por la cacofonía)
Fender,
y sí, blame it on our age.
jejeje
AEZ,
jajajajaja
mmmm no me corro porque si no no acabo (jejejejejeje contraidicción panhispánica)
Publicar un comentario