Chau Nicotina
Finalmente tomé la decisión.
Me estuve preparando durante unos días (poco más de una semana), me leí un par de veces el libro de Carr y el viernes pasado, después de almorzar, encendí, me fumé y apagué mi último cigarrillo.
Estoy extremadamente contento con mi decisión y así como me he hecho la solemne promesa de no volver a empezar de nuevo, también me he hecho la solemne promesa de no convertirme en uno de esos ex-fumadores fundamentalistas que parece que estén deseando salir a linchar a los que todavía fuman.
Me estuve preparando durante unos días (poco más de una semana), me leí un par de veces el libro de Carr y el viernes pasado, después de almorzar, encendí, me fumé y apagué mi último cigarrillo.
Estoy extremadamente contento con mi decisión y así como me he hecho la solemne promesa de no volver a empezar de nuevo, también me he hecho la solemne promesa de no convertirme en uno de esos ex-fumadores fundamentalistas que parece que estén deseando salir a linchar a los que todavía fuman.
A veces detecto en algunos no fumadores un comportamiento de turba. Y las turbas suelen atacar a los más débiles. Se trata al fumador con desprecio, por considerarlo un malvado consentido, ya que no solo envenena a los demás, sinó que se queja y lloriquea porque cada día son más los lugares en los que está prohibido fumar.
No es así. El fumador es un adicto, que además a lo largo de su vida gasta enormes cantidades de dinero. ¿quien sale beneficiado? Por supuesto las tabacaleras, pero no nos olvidemos que gran parte del precio de un paquete de cigarrillos son impuestos. Por lo tanto del dinero que gastan los fumadores se beneficia el gobierno (y en aquellos países en los que se hace un buen uso de los impuestos, se benefician todos los ciudadanos). Con el argumento de que "al fumador nadie lo obliga a fumar", los gobiernos y las tabacaleras se lavan muy convenientemente las manos, evadiendo su responsabilidad. Digo muy convenientemente, ya que, ¿se imaginan el golpe si de hoy a mañana todos los fumadores abandonaran el vicio?
A los no fumadores que odian al cigarrillo y quieren dedicar sus energías para combatir y erradicar la adicción al tabaco, les sugiero que enfoquen sus esfuerzos contra las Tabacaleras y contra los gobiernos. Me parece que lo más sensato sería que el dinero que se recauda con los impuestos de los cigarrillos se reinvirtiera en campañas y planes para ayudar al fumador a abandonar su adicción.
A los fumadores les invito a que se planteen dejar de fumar. La sensación de no depender del cigarrillo es maravillosa, creanme si yo lo pude dejar, ustedes también pueden.
7 comentarios:
pero cuántos días van?
1 semana querida Charlotte, y usted se preguntará ¿una semana sólo? ¡en cualquier momento puede recaer!
is true, pero este es el primero de mis intentos en el que no extraño nada de nada el pucho.
Me tengo fe!! :)
que dure!
Hoy es 20 de diciembre. Y van...? Ojalá pueda lograrlo. Yo este año, y luego de 15 de fumador, hice mi primer intento de abandonarlo que, lamentablemente quedó en eso, intento. Creo que la única forma es estar convencido y dejarlo absolutamente, de una vez y para siempre. Dejarlo de a puchos..no funca. Suerte
Y van ... 12 días.
Efectivamente Sergio, la única forma de dejarlo es de golpe y convencido.
Para mí el libro de Allen Carr ha resultado esencial. Lo puede bajar en formato pdf de la internet.
Gracias por pasar
aguante fodor!!!
Damaris, gracias por los animos.
Prometo no intentar convertirla.
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