El día en que amanecimos más libres
Seguí el debate en el senado, bueno, al menos la segunda mitad desde que llegué a mi casa a las 19:30 hasta que finalmente se votó a las 4 de la madrugada.
Y escuché algunas cosas muy interesantes. Y alguna que otra burrada también, por supuesto, pero las burradas eran las mismas de siempre.
Sin perjuicio de lo dicho por otros muchos senadores, a mí en particular me parecieron especialmente brillantes Filmus (grande Filmus, grande), Artaza, Entessoro, Morandini y Sanz.
Entre otras cosas dijeron que es obligación del estado defender los derechos de las minorías y eso NO va en contra de las mayorías, que tienen sus derechos asegurados por el hecho de ser mayoría. Lo que se pretende es que la minoría tenga los mismos derechos que la mayoría, ni más, ni menos. No hay agravio posible para la mayoría.
A los que pedían que se peibiscitase, les aclararon que eso equivaldría a dejarle a la mayoría decidir sobre si la minoría son tan buenos como ellos o no. Y eso no tiene sentido jurídico, el ser humano tiene derechos por ser humano, y esos derechos son inherentes.
Lo de la unión civil, a pesar de toda la falta de sutileza de Picheto, él tenía razón, era un engendro,que permitía que cualquier funcionarucho de tres al cuarto se negara a casar a una pareja homosexual.
Muy bueno el aporte que hizo Filmus en cuanto a la urgencia del tema (respondiendo de alguna forma a la estupidez que horas antes vomitara Chiche Duhalde en relación a que hay otros temas más urgentes que atender). Dijo Filmus que quiénes eran los senadores para decidir sobre la urgencia o importancia de este tema, que habría que preguntarle a los homosexuales, ¿hasta cuando tienen que esperar para dejar de ser discriminados?.
Muchas otras cosas que ahora quizá se me olvidaron, pero en resumidas cuentas, un debate importantísimo. ¡Qué bueno que la Argentina sepa estar a la altura y estar a la vanguardia!
Ahora sí, matrimonio para todos.
8 comentarios:
Esto en España no se consigue..!
(bueno, sí, pero no me joda el comentario.. ¬¬)
Aguante.
Esto en Miami, no se consigue
che, yo estoy todo el rato que creo que me voy a largar a llorara de la emoción...
yey!
normalmente estas mariconadas me sudan la polla, pero tengo algo que decir...
Bergoglio, ¡discrimíname ésta!
Qué les puedo decir, hoy me levanté... otra :-)
No tengo palabras, les juro que estoy muy feliz. Lo más grosso que me pasó en el día fue que mi vieja, que no estaba precisamente a favor, me llamara para asegurarse de que estuviera suficientemente contenta.
Cueck.
Ge,
¿vio? da como una emocioncita gargantanudante
Lobo,
No sé si me sorprende más que hayan aprobado la ley o que tú opines sobre este tema
Cass,
jajajaja madre no hay más que una... ¡por suerte!
Por fin un signo de adultez en este país!
Sí, afortunadamente la madurez nos llega a todos, don Pinchos, a los países también.
Publicar un comentario